Entrega anoche 150 minutos de concierto en el que 'acribilla' a sus fans tapatíos
Omar Magaña
Agencia Reforma
GUADALAJARA, Jalisco , 2-Nov .- Entregado Enrique Bunbury, entregados sus músicos y entregado el público que tenía ganas de ver al cantautor español desde hace tres años, cuando paró la gira de El Viaje a Ninguna Parte. En suma, un concierto redondo el de anoche en el Auditorio Telmex.
Difícil señalar un único momento de entre las dos horas y media de directo que haya sobresalido sobre otro pues, en general, la catarsis del público fue constante, y la intensidad en el escenario fue imparable.
Es decir, que en pleno Día de los Muertos, Bunbury dejó un Auditorio Telmex pletórico de cadáveres por todas esas 10 mil personas que se desvivieron y murieron frente al drama del ex vocalista de Héroes del Silencio, su Hellville de Luxe y la nutridísima cantidad de éxitos liberados uno tras otro en Guadalajara.
"El Club de los Imposibles" fue el cuchillazo inicial del largo setlist nocturno en el que se intercalarían los grandes temas de su carrera en solitario, los cortes con espíritu de "cabaret" y ese toque blusero, muy orientado por las guitarras y el teclado Hammond que sorprendió a propios y extraños este mes de octubre cuando se editó el último disco del zaragozano.
"Hay muy poca Gente" fue la primera rola de ese material en aparecer anoche sobre el escenario.
La misma hibridación se dio en la producción total del concierto pues la primera parte, la más rocanrolera, estaba respaldada por un escenario lleno de luces y dos pantallas laterales con videos de fractales para luego mutar a algo mucho más acogedor: una larga cortina se cerró frente a las pantallas y luces, cuatro lámparas rojas descendieron y Bunbury arrancó con su cabaret.
En ese interludio quedaron perfectas rolas como "El Extranjero" y "Desmejorado".
Durante esta sección de la presentación, el tecladista cambió los Hammond por un acordeón, el guitarrista tomó un banjo y la música, más la adecuación del foro, ofrecieron la imagen de un concierto en formato teatral.
A las 21:45 horas, no obstante, los músicos recargaron el corazón rocanrolero y blusero, y se arrancaron con "El Hombre Delgado que no Flaqueará Jamás", el nuevo sencillo que ha levantado la polémica en España.
A estas alturas todavía faltaba mucho para que aquello terminara, de aquí hasta poco antes de las 23:00 horas, Bunbury lanzó el arsenal completo de rolas, hizo dos encores y el público se dejó morir de la emoción.
"El Rescate", "Lady Blue", "Viento a Favor", "No me Llames Cariño" son sólo algunos de los nombres que provocaron la gritería de las mujeres y el coro intensivo de los hombres y que redondearon una velada que se pudo haber extendido hasta la eternidad.
Pasa día tranquilo
Bunbury no salió ayer de su hotel sino hasta las 17:10 horas, cuando se dirigió al Auditorio Telmex a su prueba de sonido y allí permaneció hasta terminar su concierto.
Antes, a las 12:20 horas, el zaragozano bajó al bar por una cerveza Corona. Vestía enteramente de negro: pantalón, playera de manga corta, chaleco y saco del mismo tono, además de los lentes de sol.
Bunbury era custodiado por un guardaespaldas personal que se mantuvo siempre a metro y medio de distancia.
Al abandonar el bar, 45 minutos después de su llegada, Bunbury apenas se dio tiempo de observar una escultura que reproduce la torre de Babel y comentó someramente sobre ella con una de las dos chicas españolas que le acompañaban.
Fuente: Noticias de Oaxaca
